PSICOLOGÍA CLÍNICA
EL SÍNDROME DEL MAYORDOMO
Por
Manuel Salgado
Post #47

Curioseaba hace unos días un reportaje sobre la formación de las personas que desean dedicarse profesionalmente a ser mayordomos.

Parece fácil, pero la responsabilidad que conlleva dedicarse a esta profesión requiere de una preparación exigente y amplia, no exenta de tensiones y situaciones complejas, de las que debe salirse airoso de forma rápida y certera.

Hasta aquí todo perfecto, pero me sorprendió cuando en un momento de la entrevista, le preguntan sobre una de las características más importantes para ser mayordomo: “Olvidarte de ti mismo y pensar en la familia a quien sirves”.

Fue entonces cuando se me ocurrió usar esta noble y difícil profesión, para referirme a las personas que se vuelcan tanto en los demás y dejan de pensar en sí mismos. En algún sitio se recoge este mismo término, pero sólo aplicado a los padres que sobreprotegen.

En este caso, quiero ir más allá y extenderlo a cualquier persona que se saca a sí misma del centro de su “universo personal”, para incluir en él a otra u otras personas, que así se lo pidan o, incluso, sin pedírselo siquiera.

Muchas de ellas expresan que se sienten bien actuando de esa manera, estando atentos a los que la necesitan, olvidando que esa postura la sitúa en un punto de riesgo tanto físico como emocional.

No sé bien cómo medir el grado de bienestar de una persona, salvo escuchando lo que dice y observando cómo se comporta. Por eso, poner en duda que una persona exprese su satisfacción al actuar de la manera referida, me parece una temeridad por mi parte.

Ahora bien, ese grado de complacencia mostrado no será eterno. Esto sí me atrevo a afirmarlo, en especial cuando sienta la necesidad de ser atendida en sus demandas y sus expectativas no se vean cumplidas, comprobando así la no bidireccionalidad de su forma de interactuar. Es en ese momento cuando la persona lamentará, y mucho, sufrir el síndrome del mayordomo e intentará quitarse el “uniforme” de una manera brusca y agresiva. Quizás será cuando su entorno comience a plantearse el despedirla.

LA PREGUNTA DEL "MILLÓN": ¿Crees que esto puede ser más heredado o aprendido?

Deja tus comentarios. Serán bienvenidos desde el respeto y la libertad de expresión.

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Manuel Salgado Fernández

PSICÓLOGO CLÍNICO // Col. AN-2.455

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