Se trata de un museo único en su especie que cuenta con creaciones de compleja tasación incluso para casas como Sotheby's, ‎Christie's, ‎Bonhams o ‎Phillips de Pury & Company y sólo por citar algunas de las actuales casas de subastas de arte más prestigiosas del mundo.

Es decir, se trata de nuestros Océanos, este ‘Grand Cabinet de Curiosités’ cuya conservación pende de un hilo -le Cabinet de Curiosités, del francés para Gabinete de Curiosidades o Cuarto de Maravillas, era un espacio donde nobles y burgueses europeos de los siglos XVI, XVII y XVIII conservaban y exponían sus preciados tesoros y contenían sus colecciones.

Repartidos por todo el globo terráqueo constituyen el 95% de la vida del planeta, una parte esencial de la biosfera que genera la mayor parte del oxígeno que respiramos, que regula el clima y que además es una fuente importante de alimentos y medicinas.

«El corazón de nuestro planeta», así alude a nuestros océanos el Secretario General de la ONU y continúa, «De la misma forma que los latidos del corazón hacen que la sangre circule por todo el cuerpo, los océanos conectan a las personas de todo el mundo, con independencia de donde vivan» (con ocasión del ‘Día Mudial de los Océanos’ de este 2019, el pasado 8 de junio).

Pues bien, la situación actual es que, «13.000.000 de toneladas de plástico se filtran en el océano cada año, lo que provoca, entre otros daños, la muerte de 100.000 especies marinas cada año» (María Fernanda Espinosa, Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 2019).

Muy pronto, en lugar de peces lo que veremos en los océanos serán plásticos, advierte un Informe Davos del World Economic Forum (Foro Económico Mundial).

Según el informe ‘Mar de plásticos’, de la Fundación Aquae (https://www.fundacionaquae.org), 8 millones de toneladas de plásticos terminan en nuestro océanos al año, cantidad que equivale a 800 torres Eiffel, 14.285 aviones Airbus, 34 islas Manhattan o 5 bolsas de supermercado llenas de plásticos por cada 30 centímetros de costa en el mundo.

El plástico que flota en la superficie del océano amenaza a 700 especies marinas diferentes. Sólo en España, cada día se desechan 30 millones de latas y botellas y el 50% de los plásticos que llegan a los sistemas de gestión de residuos terminan en los vertederos sin ser reciclados.

Cada segundo más de 200 kilos de plástico son arrojados a mares y océanos de los que el 70% se va al fondo marino y el 15% se queda flotando.

Hay entre 5 y 50 billones de fragmentos de plástico flotando en el mar (sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas). Y advierte esta entidad que todo esto no es más que «​la punta del iceberg».

Por otro lado, se cree que los plásticos flotan y deambulan en una superficie de entre 700.000 y 2.000.000 de Km2, así que la acumulación de plásticos ha generado: 5 grandes islas de basura, dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico.

Por otro lado, se estima que esta situación tendrá serias consecuencias para nuestra salud a consecuencia del plástico que en forma de micro-partículas ingerimos cada día a través de entre otras formas, la alimentación.

Los datos hablan de entre 13.731 y 68.415 partículas micro-plásticas que, se estiman que, ingerimos cada año. Gran parte de estas micro-partículas proceden del consumo de productos del mar y otros cientos proceden de los envases empleados, según un estudio realizado por la Universidad de Heriot-Watt en Escocia.

También acaba siendo parte del menú diario el plástico en forma de polvo que ingerimos procedente de telas sintéticas, tapicería de mobiliario, elementos decorativos, incluso cosméticos con partículas exfoliantes.

Y ¿qué podemos hacer al respecto? Desde luego que, hay que empezar tomando consciencia de la situación en la que estamos y de cual puede ser nuestro papel como agentes activo para frenar este proceso degenerativo del Medio Ambiente que no sólo afecta a los Océanos. Y estamos hablando también de la inminente necesidad de hacer Pedagogía. Es indiscutible el importante papel que juegan profesionales de la pedagogía que a través de la educación pueden propiciar hábitos, conductas saludables y consecuentes con la preservación del medio ambiente.  

En la línea de lo propuesto por la ONU de rebajar nuestro consumo de plásticos evitando aquellos productos que son totalmente innecesarios, se puede empezar buscando alternativas al plástico.

Un ejemplo para evitar un consumo desmesurado e innecesario de bolsas de plástico puede ser recurrir al uso de bolsas de tela o a tirar del tradicional 'carro de la compra doméstico’, artículos idóneos y prácticos que nos ayudarán a reducir el consumo de plástico cuando vamos a hacer la compra.

Otras medidas pueden ser la de evitar productos presentados en envases de un solo uso, comprar frutas y verduras no envueltas en plástico, ir sustituyendo los envases de plástico por otros materiales menos nocivos como vidrios, adquirir objetos perdurables con idea de mantenerlos en el tiempo y darles un uso más continuado también puede ser una buena medida para empezar a actuar en consecuencia.

En definitiva, espero que este ‘Día Mundial de los Océanos’ sea «un buen motivo para celebrar juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos» y no se quede en una expresión fugaz de buenas intensiones teniendo en cuenta que:

«Celebramos el Día Mundial de los Océanos para recordar a todo el mundo el gran papel que los océanos juegan en nuestras vidas. […], sirve para concienciar a la opinión pública sobre las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos y para poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos.

Este día quiere movilizar y unir a la población mundial entorno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos, que son una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte esencial de la biosfera» (ONU, 8 de junio de 2019).

Las cosas que te hace pensar el arte.

Por Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

Pedagoga, Lda. en Ciencias de la Educación (Universidad de Sevilla), Gda. en Bellas Artes y postgraduada en Historia del Arte.

Experta en Gestión del Patrimonio y la cultura (Universidad de Sevilla).

Docente, artista visual y redactora de contenidos en diversos medios de divulgación científica y cultural.

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IMAGEN: ‘Una niña pequeña le habla al océano’ de Dragos Dumitrescu (Rumania), finalista del Concurso de fotografía del Día Mundial de los Océanos 2017. Fotografía tomada de la web de la ONU.