Exponer los interrogantes que hacen cuestionarnos cuánto somos conscientes de quienes somos. Mostrar las debilidades de lo que nos obliga a definirnos. Romperse para encontrar la forma de volver a construirse. EL MUSEO DE ANTÍGONA muestra un recorrido en el que un juego de distintas sensaciones lleva el personaje a la liberación de un profundo vacío.