Compañía Ñía.

Pratsa y Tibilut son dos amigos muy creativos. Les encanta jugar con los sonidos inventando un nuevo lenguaje, cantar, crear formas con papel, disfrazarse, bailar y, sobre todo, jugar al escondite. Pero, a veces, cometen travesuras… Entonces, jugar al escondite deja de ser un juego.

En Escondi2 hay cuatro ejes principales: el lenguaje inventado, el juego del escondite, la curiosidad hacia el sexo opuesto y la culpa. La compañía una el lenguaje inventado por el placer de jugar con los sonidos, vocalizar, modular, halar en un “lenguaje secreto”, pero también para que los pequeños espectadores experimenten una actitud abierta frente a un lenguaje desconocido, que puedan sentirse inteligentes más allá de conocer las palabras usadas. En palabras de uno de los espectadores, de 4 años: “No he entendido nada pero lo he entendido todo”.

También aprovecha el juego del escondite como metáfora de la exploración del mundo que nos rodea, que es excitante y educativo. Pratsa y Tibilut se han fabricado con cartón un escondite común, lugar íntimo que comparten y donde pueden refugiarse cuando lo necesitan. Jugando, los dos protagonistas exploran conceptos espaciales, tienen todos sus sentidos en alerta, observan, superan miedos para abrir cortinas, mirar detrás, buscar en rincones desconocidos…Han de tener paciencia y perseverancia hasta encontrar al otro, encuentran cosas inesperadas, sienten decepción, alegría…

Tibilut y Pratsa son dos amigos cómplices y creativos. Se divierten jugando a ser el otro, a ser distinto, a imitar, a disfrazarse. Tienen curiosidad hacia el sexo opuesto, otra forma de explorar y de descubrirse a sí mismo. Escondi2 indaga también en el tema de la culpa. Jugando sin cuidado, los dos protagonistas rompen un “tatu” que pertenece al padre de Tibilut. ¿De quién ha sido la culpa? ¿De uno? ¿De los dos? Y, ahora, ¿qué pasa? ¿Podrán seguir jugando?

Tibilut y Pratsa van a experimentar una cadena de reacciones, sentimientos y emociones: susto, desconcierto, risa, ira, negación, olvido, toma de consciencia, culpa, miedo al catsigo, huida, soledad, arrepentimiento, perdón, superación…y la vida continúa.