El artista gaditano Pablo Fernández-Pujol vuelve 12 años después a la galería con una exposición que explora los límites entre lo animal y lo humano. Un espacio privilegiado en el que el espectador podrá conectar con la parte más espiritual del ser humano a través de unos animales que son los absolutos protagonistas y se figuran como los justos herederos del planeta.