Las principales asociaciones del sector agroalimentario ecológico en España, ECOVALIA y ASOBIO, presentaron el pasado 27 de marzo el primer “Decálogo del sector de la producción, distribución y consumo ecológico” que incluye más de 20 medidas para garantizar el futuro del sector agroalimentario en nuestro país, reducir su huella de carbono hasta un 60% y promover una alimentación sostenible en los lineales.
El decálogo marca el camino para que España lidere el mercado agroalimentario europeo y lo haga contribuyendo a la descarbonización de la economía y al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. Para ello, uno de cada diez productos que se consuman en 2030 deberán ser ecológicos.
Líderes en producción, pero rezagados en consumo en un mercado en auge
Este decálogo llega tras un año récord para el sector agroalimentario ecológico. España fue el país europeo con mayor producción ecológica, con casi 3 millones de hectáreas y 58.500 productores certificados. El consumo ecológico lleva años creciendo por encima del convencional, con una facturación superior a 3.000 millones de euros que “se puede triplicar” con políticas de apoyo.
Desde el sector aseguran que “están preparados para absorber este crecimiento”. Ya hay una red de productores y fabricantes nacionales con más de 4.000 tiendas especializadas, mientras que la gran distribución y la oferta online apuestan cada vez más por el eco.
Sin embargo, reclaman una regulación eficaz y campañas de comunicación que impulsen el consumo interno de productos eco, cuya cuota de mercado no supera el 3,5% frente a países como Alemania o Francia con más del 10%. En categorías que han superado estas barreras, como bebidas vegetales, cereales, yogures y alimentación infantil, el producto eco ha logrado asentarse como parte de la cesta básica.
Precios asequibles y combatir el greenwashing, las principales reclamaciones del sector
El decálogo apunta a la principal limitación para el crecimiento del mercado ecológico nacional: España es la única gran economía del euro sin una hoja de ruta específica para el sector, a pesar de que la UE lo exige.
Señala que otros países ya han implementado los incentivos recomendados por la UE, como reducciones fiscales a productos eco, cuotas mínimas de consumo en comedores y hospitales públicos o fondos nacionales de apoyo complementarios a la PAC. Por ello, el decálogo propone asimismo aplicar un IVA reducido para bajar los precios de los productos eco e incentivos fiscales a los puntos de venta con más oferta ecológica para aumentar su disponibilidad en grandes superficies y su atractivo en tiendas especializadas, pioneras del sector.
Además, advierte de la necesidad de “fortalecer el reconocimiento de la Eurohoja como sello de garantía a nivel europeo ante el aumento de prácticas de greenwashing”. Reclaman campañas de promoción que resalten el valor de los productos ecológicos y una regulación clara que evite el mal uso de ciertos términos que confunden a los consumidores.