Los autores analizan la historia, la aportación social y económica, así como las celebraciones festivas relacionadas con esta técnica pesquera. Este trabajo se centra en diversos aspectos de esta peculiar forma de pesca del atún, a partir de un ciclo biológico repetido cada año: la entrada de tunidos desde diversas zonas del Atlántico hacia el Mediterráneo.
El estudio de las almadrabas suratlánticas andaluzas es el objetivo de la obra publicada por la Editorial Universidad de Sevilla y coordinada por el profesor de Antropología Social David Florido. La historia, sobre todo a partir del siglo XVIII, la aportación social y económica, así como las celebraciones festivas en torno a la pesca del atún son sus ejes centrales.
Este trabajo se centra en diversos aspectos de esta peculiar forma de pesca del atún, a partir de un ciclo biológico repetido cada año: la entrada de tunidos desde diversas zonas del Atlántico hacia el Mediterráneo para desovar, entre abril y junio; y el regreso hacia los lugares de alimentación, desde agosto a septiembre.
Aunque la almadraba hunde sus raíces en periodos prerromanos, esta obra se centra en la renovación de la pesquería desde el primer tercio del siglo XVIII en adelante, cuando sufre transformaciones significativas que la convierten en un sistema socio-económico bien ajustado al marco emergente de la economía capitalista. Esa centuria marca también un cambio en el sistema pesquero, al implantarse los fundamentos que se mantienen en la actualidad, como son la almadraba de buche, siciliana o de anclas; técnicas fijas, en definitiva.
El análisis histórico de las almadrabas andaluzas realizado en este libro se basa principalmente en el estudio de los extraordinarios fondos documentales de la casa ducal de Medina-Sidonia, sin olvidar otros archivos como el General de la Marina Álvaro de Bazán, el Museo Naval de Madrid, el Histórico Nacional, Histórico Provincial de Cádiz y, en menor medida, los de los Ayuntamientos de las localidades afectadas.
Además de su multisecular continuidad histórica, las almadrabas suratlánticas andaluzas poseen otra característica distintiva: haberse convertido en uno de los principales factores de poblamiento y consolidación de núcleos de población en la franja costera, desde el Guadiana hasta el Estrecho de Gibraltar. Este aspecto resulta peculiarmente importante cuando toda esa franja, en la Baja Edad Media, era territorio de frontera y sólo gracias a esta actividad pesquera se garantiza la fijación de la población frente a la amenaza berberisca.
El trabajo de observación directa se ha basado principalmente en las labores de preparación del arte mientras es calado en el mar el imponente ingenio almadrabero; las faenas de alquitranado de las artes, que marcan el final de la temporada de operarios eventuales; la preparación y celebración de la festividad de la Quema de Juan y Juana, protagonizado por almadraberos de Isla Cristina en la antigua zona portuaria de Barbate; así como los lugares de encuentro y reunión de los trabajadores de la almadraba.
Coordinado por el profesor de Antropología Social de la Universidad de Sevilla David Florido, en esta obra han participado también el profesor del IES La Atalaya (Conil) Antonio Santos, el doctor en Filología Clásica Juan Manuel Ruiz y el presidente de la Asociación Thunnus thynnus José Antonio López.
Más información en la web de la Editorial de la US.