El viaje de lo cotidiano hacia los orígenes de lo primario.

Gabriela Ayza Aschmann es una artista hispano-germana nacida en 1991, realizó el módulo superior de Esmaltes al fuego sobre metales, Sevilla, graduada por la Universidad de Bellas Artes, Sevilla y afincada en esta ciudad. Tras la exposición “soy colectiva” en el espacio kstelar, cedido por la delegación de cultura y deporte, Sevilla, es acogida por el restaurante de la O.

¿Cómo conocemos? ¿Cómo sentimos? ¿Cómo relacionamos la visión con el sentir? Son algunas de las preguntas que aparecen como leitmotiv en su proyecto, que no deja de ser una constante investigación sobre el enigma existencial por antonomasia.

En el conjunto de las obras representadas podemos intuir una búsqueda personal hacia nuestros orígenes, hacia nuestro instinto más animal. “¿A quién venderme, qué bestia adorar, a qué imagen santa atacar, qué corazones destrozaré, qué mentira debo sostener, sobre qué sangre ahora caminaré?” (Rimbaud, Arthur).

Nos habla de buscar, ir hacia un pensamiento sin barreras establecidas por la sociedad, donde todo aquello que es natural no esté manipulado. Donde la desnudez no sea tan solo algo sexual, donde la pureza de los sentimientos no esté filtrada por una apariencia, volver al pensamiento más primitivo dentro del entorno en el que nos encontramos, sentir nuestro cuerpo, elegir nuestros alimentos en forma de ritual, no como un acto industrializado. Nuestra actualidad nos habla de una deidad salvaje en las ciudades, pero se queda en un mensaje superficial, no nos hablan de sentir más allá de lo que vemos. Nos imponen el consumo sin reflexión, el ser humano como individuo individual al resto. Esta búsqueda de lo sincero y lo real la lleva a realizar un viaje diario hacia los orígenes, y junto con la necesidad de expresarse mediante el arte, nos ofrece parte de sus reflexiones impregnadas de pintura, fragmentaciones y composiciones.