FESTIVAL INTERNACIONAL DE DANZA ITÁLICA 2025
LUZ ARCAS
Una colisión a tres cuerpos. El cante atávico de Inés Bacán, cantaora de leyenda y gitana de Lebrija; el umbráfono de Enrique del Castillo, una suerte de música reveladora, que en griego llamaríamos «apocalipsis»; el cuerpo contundente, abierto y cerrado de Luz Arcas, que se deja poseer por voces y sonidos.
A principios de este siglo, Inés Bacán adaptó el poema Morphyne, de Emmy Hennings, la performer dadaísta que fundó el Cabaret Voltaire. Nunca se entendió bien la propuesta poética de Hennings y de su compañero Hugo Ball. No se trataba tanto de refrendar el fin del lenguaje que suponía para toda Europa la catástrofe de la Primera Guerra Mundial, sino más bien de empezar a construir un lenguaje nuevo que ya, desde mucho antes, se daba por perdido.
Con ese espíritu, Inés Bacán entró en contacto, o casi, con los espíritus que todavía sobrevolaban las callejuelas del Zurich neutral en tiempos de guerra. Inés deletreó cada palabra de la traducción inicial que, desde el inglés, hiciera Beatriz Herráez, y le dio expresiones y palabras que, hay que decirlo, ella no entendía del todo. Pero se trataba de eso. Tampoco Hennings sabía lo que escribía. Más bien dejaba que a través de su cuerpo se manifestaran otros espíritus.
Esta Nana para Emmy Hennings es una pieza de interrogaciones, de palabras mudas que hablan. No se asevera nada, no se representa, simplemente se bucea en un mundo en el que los muertos no están muertos. La inteligencia corporal de Luz Arcas se manifiesta ahí. No habla. No dice nada. Sencillamente hace. Todo es presencia. Da testimonio porque ha estado allí, como Dante al volver del infierno en su Comedia. ¡La destrucción es mi Beatrice! Ojalá cuando el mundo se derrumbe lo haga con esta belleza. Sí, a veces, hay que contener la respiración.
Pedro G. Romero
Nana para Emmy Hennings surge de La mesa que habla, pieza de vídeo arte de Pedro G. Romero interpretada por Luz Arcas, que se ha presentado en vivo en la sala Kadist de París, la galería Alarcón Criado de Sevilla, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque de Madrid y el Teatro Cánovas de Málaga.