El ibis eremita, es un ave colonial, que habita en zonas áridas o semiáridas de estepa, pastizales y campos de cultivo. Las poblaciones de esta especie, que establecen su refugio en cortados y acantilados costeros, han sufrido un dramático debido a la perdida de hábitat y contaminación provocada por el hombre.
La localidad gaditana se ha convertido en segundo lugar más importante de nidificación de esta peculiar ave, tras la de Marruecos. La población del Ibis eremita, ubicada en el Tajo de la Barca de Vejer y en Conil de la Frontera, ha experimentado este último año un aumento de 20 parejas, suponiendo un incremento de tres parejas con respecto al año anterior.