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Sevilla P/ Alameda de Hércules, 30
Zoo sí o zoo no. Es uno de los grandes debates del siglo XXI. Durante años los zoológicos no han sido más que un lugar de exposición de animales con un fin exclusivamente lúdico. Cuanto más grande fuera la colección mejor; el objetivo era exhibir el mayor número de especies posible. Con el tiempo, se ha evolucionado hacia una idea de zoológico más moderna, perdiendo la visión de colección para centrarse en tres objetivos: conservación, educación e investigación. ¿Pero son estos tres objetivos suficiente justificación para que ahora mismo millones de animales se encuentren cautivos en los muchos zoológicos que hay en todo el mundo? Los datos hablan por si solos: sólo una mínima parte de los zoos han llegado a reintroducir especies en la naturaleza. Si nos centramos solo en zoológicos europeos, tan sólo el 8% de sus animales forman parte de un proyecto real de conservación. ¿Contribuyen significativamente pues los parques zoológicos a la supervivencia de las especies? ¿Podrían hacer más? Y, ¿se puede aprender sobre animales que se encuentran en un ambiente artificial y que no muestran los comportamientos propios naturales de la especie? ¿Sirve realmente investigar con animales que no se encuentran en su hábitat? Hablaremos y analizaremos muy detalladamente estos tres objetivos, debatiendo lo que se ha conseguido y valorando el éxito real. Pero sobre todo hablaremos del objetivo principal de muchos zoológicos (y que lamentablemente para algunos es el único): el entretenimiento y disfrute del público a costa de los animales. Espectáculos de cetrería, exhibiciones de aves exóticas, espectáculos de delfines y leones marinos, fotografías con animales, actividades de toca-toca... ¿Es esto educación? ¿Conservación?¿Investigación? Lamentablemente hay muchísimos zoos que son puramente un negocio lucrativo, mientras que otros intentan evolucionar y reconvertirse adaptándose a los nuevos tiempos e intentando aportar con su trabajo. Porque la sociedad de hoy en día es mucho más consciente y empática con los animales; la sociedad está evolucionando y pide un cambio. Un animal actuando ya no hace gracia a todo el mundo, como un animal cautivo tampoco transmite alegría. Nos encontramos en el siglo del Bienestar Animal, en el que éste ha pasado a ser el principal punto de mira en todos los lugares con animales en cautividad. Tanto los problemas físicos como los psicológicos importan. El bienestar de los animales es la prioridad actual, donde se centran todos los estudios ¿Enfermedades? ¿Infecciones? ¿Comportamientos anormales aberrantes? ¿Apatía y depresión? Porque los animales cautivos no están bien, es un hecho innegable, y la prioridad ahora es garantizar su máximo bienestar dentro de lo posible. Los zoos deben evolucionar. Los zoos deben cambiar. ¿O dejar de existir? El debate está servido.
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