Toñi, Carlos y sus tres hijos están pasando el peor verano de sus vidas; sin vacaciones, encerrados en un piso de 50 metros cuadrados y con ambos padres trabajando a tiempo completo. Y para colmo se estropea el aire acondicionado en plena ola de calor. Toñi y los niños convencen a Carlos para quedarse a dormir en el casoplón vacío donde le ha tocado trabajar como jardinero durante un par de semanas. Lo que iba a ser una escapada puntual del bochorno veraniego se convierte en unas vacaciones inolvidables y llenas de aventuras, entre mansiones y vecinas famosas, que transformarán a los miembros de esta familia y les harán replantearse lo que de verdad es importante para cada uno de ellos.