LAS COSAS QUE TE HACE PENSAR EL ARTE #CIENCIA #ARTE #CIENCIA-FICCIÓN
CAPÍTULO VII. CIENCIA Y FICCIÓN. DE LAS ESTRELLAS A LAS ESTRELLAS. DIÁLOGOS ENTRE ARTE Y CIENCIA. ENCUENTROS CON EL VII ARTE.
Por
Ceres Adriana García-Baquero Velasco
Post #10

El pasado 9 de abril de este 2019, tiene lugar un hito en la historia de la astronomía. El Event Horizon Telescope (Telescopio del Horizonte de Sucesos, EHT) hizo visible lo que hasta entonces era invisible. Presentó la primera imagen capturada de un agujero negro supermasivo de entre 6400 y 6600 masas solares localizado en el centro de la galaxia M87, a 55 millones de años luz de la Tierra.

«Hemos visto lo que pensábamos que no era visible. Hemos visto y tomado una foto de un agujero negro», así se expresa Sheperd Doeleman, científico a la cabeza del proyecto Event Horizon Telescope (EHT), con ocasión de suceso.

Dos años antes (concretamente en 1967) de que el Apolo II hiciese realidad, con el primer alunizaje humano, aquel viaje de la que se considera la primera película de la historia del cine -Le voyage dans la Lune (Viaje a la Luna) de Georges Méliès- durante una conferencia en Nueva York, el científico Peter Mayhew dará con el nombre de Black Hole (Agujero Negro) para nombrar aquello que se relaciona con curvatura del espacio-tiempo, singularidad envuelta por el horizonte de sucesos, o estrella en colapso gravitatorio completo.

Peter Mayhew conocido por su papel de Chewbacca en Star Wars (estrenada en 1977)  y leal amigo del piloto del Halcón MilenarioHan Solo, emprendía su marcha definitiva el pasado 30 de abril de este 2019.

Es posible que esta estrella esté donde «the stars look very different today [las estrellas se ven muy diferentes hoy]», como canta David Bowie en su Oddity Space. Al menos eso estaría bien.

Sobre la persona que interpretaba al wookiee grandullón el propio George Lucas, quien ideara esta famosa saga de ciencia ficción, ha expresado que era «un hombre maravilloso» al que nunca se atrevió a «irle a la contra».

Mark Hamill, quien en Star Wars es Luke Skywalker, escribió sobre Mayhew en Twitter que «era el más amable de los gigantes. Un gran hombre con un corazón incluso más grande»

En 2016, la estrella que interpretaría a Laia, uno de esos pocos personajes femeninos de la época que se salían de representar a las mujeres como unas memas, sin despedida y tras un intenso destello con su vuelta a una de las últimas de Star Wars, desaparecía.

«No hay palabras para esta pérdida. Carrie era la luz más brillante en todas las habitaciones en las que entraba. La voy a extrañar mucho [There are no words for this loss. Carrie was the brightest light in every room she entered. I will miss her dearly]», publicaba Peter Mayhew en su cuenta de Twitter junto a una entrañable foto con su compañera de reparto y con la que siempre mantuvo una bonita amistad. 

Teniendo en cuenta la personalidad de Carrie Fisher y su extraordinario sentido del humor e ingenio no es de extrañar que aquellos diálogos se enriquecieran tan acertadamente con sus divertidas ocurrencias. Y es que, parece ser que hizo algo más que interpretar a la Princesa Laia colaborando con George Lucas en la escritura de los diálogos del guión.

Star Wars fue un fenómeno que aún hoy sigue brillando intensamente, y sumando adeptos. Dicen que, el propio George Lucas, no llegó a tiempo al estreno de su propia película debido al colapso en el tráfico que provocó la enorme expectación que generó entre el público. Qué decir, de aquellos críticos que tan mala acogida le dieron a aquella que hoy ha pasado a ser película de culto.

Tras un brote de nostalgia cinematográfica durante el cual decido volver a ver alguno de esos primeros episodios puedo revivir una fuerza similar a aquella experiencia de ver Star Wars, cuando siendo pequeña llegó a casa en formato VHS la cinta de la primera (el Episodio IV) y que visualizamos gracias al Videocasete alquilado en el Videoclub del barrio.

Hoy el formato ha cambiado a DVD o USB, incluso puedes disponer de ellas a través de alguna de las innumerables plataformas de cine que se ofrecen en Internet, pero lo que no ha cambiado es lo que contienen. 

Con cada despedida de estas, siempre repentinas e inesperadas, como la de Carrie Fisher o Peter Mayhew me viene a la memoria aquella última escena de ET, el extraterrestre cuando despidiéndose de Elliot le dice, «Estaré aquí mismo», y entonces es cuando suena la fanfarria y siento que todos mis sentimientos se despliegan gracias a John Williams y su música para esta peli de Steven Spielberg. Ahora es cuando es vuelto a mis cinco años, a la experiencia de mi primer día de cine. Imposible olvidar aquellas luces en la noche de una nave que a la velocidad de la luz viaja más allá de las estrellas.

Observar el fenómeno de la luz o el movimiento, el traslado de elementos en el espacio, me lleva a pensar sobre las implicaciones que tuvo esta, que un día alumbró a Einstein para que formulara su Teoría de la Relatividad general (demostró que la luz era influida por la interacción gravitatoria), en el avance de la ciencia y, en concreto, de las Ciencias Espaciales. Y así también, la luz tuvo sus aplicaciones artísticas dando de sí invenciones como la fotografía o el Cine.

No deja de ser una curiosa coincidencia que el guión de la primera película de la historia se relacione con las ciencias espaciales, concretamente con un viaje a la luna, estrenándose en Francia, en septiembre de 1902, Le voyage dans la Lune (Viaje a la Luna) de Georges Méliès, naciendo así la industria cinematográfica.

Quedará para el recuerdo una de las caras humanizadas, de nuestro satélite, con un cohete espacial impactado sobre ella, imagen de uno de los fotogramas de esta interesante obra de quien un día leyó De la Tierra a la Luna de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna de H. G. Wells

Es posible, que, con este nacimiento, se estableciera un pacto interesado, un diálogo lleno de miradas de complicidad entre las Ciencias Espaciales y el Cine. Entre la Ciencia y la Ficción. Entre las estrellas y las estrellas. Y es que el origen parece estar en las estrellas.

Así fue como, para que Le voyage dans la Lune viera la luz tuvieron que aparecer previamente en escena un par de hermanos franceses con apellido de luz, los hermanos Lumière. Esa misma luz que irradian las estrellas, luminarias que desde tiempos remotos se utilizarían como referentes para la navegación celeste y la orientación espacial, también aquella que encendería la primera bombilla del imaginario de Albert Einstein.

Auguste Marie Louis Nicolas Lumière y Louis Jean Lumière, quienes el 13 de febrero de 1895 patentaron su revolucionario invento de Le Cinématographe Lumière, el primer proyector de imágenes en movimiento, consiguen reproducir fragmentos de pasados en tiempos presentes. 

Con la llegada de un tren que provoca gran revuelo en el Salon indien du Grand Café de París, un 25 de enero de 1896, no habrá ninguna duda sobre el virtuosismo de estos inventores franceses. 

No se sabe si mito o realidad, pero parece ser que la fuerza del realismo del film, de 50 segundos, L'Arrivée d'un train en gare de La Ciotat (del francés 'La llegada de un tren a la estación de La Ciotat') percibido por su público durante su estreno provocó la salida en estampida de los allí presente.

«Floating for above the moon [flotando por encima de la luna]» debieron cantar a lo David Bowie, de su ya mítico álbum Space Oddity, aquellos astronautas que sintiéndose ingrávidos pusieron sus pies sobre suelo lunar. De hecho, Space Oddity -estrenada pocos días antes- será la canción elegida por la BBC para dar banda sonora a su cobertura del primer alunizaje humano.

«Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad» diría Amstrong, frase que ha quedado para la posteridad. Y así, la ficción de Julio Verne o Georges Méliès de llegar a la Luna se hizo realidad a bordo del Apolo II aquel 21 de julio de 1969 .

Pero, aunque las distancias entre el Apolo II y Le voyage dans la Lune son más que temporales no ocurrirá lo mismo con otras fantasias cinematográficas posteriores como aquella de Stanley Kubrick que se estrenará poco antes del primer alunizaje.

Journey beyond the Stars (Viaje más allá de las estrellas), finalmente titulada como 2001: A Space Odyssey, sería un reflejo de las inquietudes, pensamientos y cambios tecnológicos de aquellos años 60s, film con el cual el propio director dijo en una entrevista que se había propuesto «realizar una película a propósito de la relación entre el ser humano y el universo».  

Así se irán sucediendo diversos avances tecnológicos que mejorarán la experiencia del público frente a la Gran Pantalla no sólo aportando sonido y color a las imágenes en movimiento sino mejorando su realismo, recreando mundos fantásticos, empujando hacia avances en las Ciencias que parten de las aplicaciones en el arte.

Por citar algunos de los más recientes y significativos, el CGI o Computer Generated Imagery (Imágenes generadas por computadora) o la tecnología denominada MAGI que revoluciona la experiencia del cine, hacen posible recrear cualquier realidad o fantasía como las presentadas en 2001: A Space Odyssey o la saga de Star Wars.

La postproducción y la edición digital será clave para estos nuevos planteamientos. Algunas de las obras que marcarán un antes y un después, sabiendo que muchas se quedan en el tintero, serán Blade Runner (1982) de Ridley Scott, The Matrix (1999) dirigida por Lana Wachowski y Lilly Wachowski, Inception (Origen, 2010) o Interstellar (Interestelar, 2014), estas dos últimas del director Christopher Nolan.

Ahora los límites de la tecnología audiovisual están en ser capaz de proporcionar auténticas experiencias de Realidad Virtual. Se habla de increíbles simuladores de exploración espacial, software sencillos de instalar que nos abren la llave al Universo. Una de las plataformas consultadas dice textualmente, «navegar virtualmente desde nuestro propio planeta hasta cualquier galaxia y escudriñar nebulosas, estrellas, sistemas planetarios, cometas o cualquier elemento que llame nuestra atención. Tomadlo con calma aquellos que sufrís de vértigo, porque no es baladí explorar el universo a varios cientos de millones de años luz por segundo».

Este tipo de tecnología que nacen con vocación artística está siendo utilizada por las ciencias espaciales para la misión Mars 2020 (viaje a Marte previsto para el 18 de febrero de 2021). Todo está siendo minuciosamente preparado para nuestra llegada real al Planeta Rojo.

Heather Bottom, la ingeniera de sistemas que trabaja para la Misión a Marte, comunicó en rueda de prensa el pasado 25 de enero de este 2019 que las primeras simulaciones de aterrizaje en el Cráter Jezero del rover Mars 2020 han sido un éxito. 

Mientras tanto, empleando las mismas palabras de Sheperd Doeleman, uno de los tres astronautas del mítico alunizaje del Apollo II reseñado anteriormente, «Hemos visto lo que pensábamos que no era visible». Así el pasado martes, 9 de abril de 2019, a partir de tecnologías aplicadas al tratamiento de imagen, determinados software o desarrolladores de algoritmos como el que ha sido ideado por la joven científica Katie Bouman han hecho posible visualizar un agujero negro a partir de los datos recopilados de los telescopios de 8 observatorios repartidos por la tierra que han participado en el EHT.

Aunque pueda parecer que el cine está llegando a su colapso gravitatorio completo frente a un cambio en los gustos de consumo más dirigidos a experiencias de aislamiento social con potentes productos servidos a través de la red de Internet, es más que probable que el cine en un continuum se siga renovando, incorporando nuevas experiencias.  

Nuestra mirada sigue estando más allá de las estrellas, más allá de los límites conocidos a los que sólo la creatividad puede acercarnos abriéndonos las puertas al conocimiento que aún queda descubrir.

Y quién sabe si, uno de estos días, aquel sueño de H.G. Wells y su The Time Machine (La máquina del tiempo, 1895) también llegue a ser posible teletransportándonos a aquellos momentos pasado junto a personas que iluminaron nuestro universo y que un día iniciaron su viaje más allá de las estrellas.

Por lo pronto, algo de todo esto se ha conseguido a través del cine y la memoria. Esta última, la memoria, puede llevarte a revivir con intensidad similar lo que originariamente se vivió ante señales que de imprevisto nos sorprenden como un olor, una canción o una frase y, como no, también a través del fotograma de un instante pasado traído a un tiempo presente. 

Y es que, ya se sabe las cosas que te hace pensar el arte.

Por Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

Pedagoga, Lda. en Ciencias de la Educación (Universidad de Sevilla), Gda. en Bellas Artes y postgraduada en Historia del Arte.

Experta en Gestión del Patrimonio y la cultura (Universidad de Sevilla).

Docente, artista visual redactora de contenidos en diversos medios de divulgación científica y cultural.


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Puedes visitar también: https://ceresgbv.wordpress.com/

¿Sabías que Stanley Kubrick se basó en '‘El Centinela’ obra del autor británico Arthur C. Clarke con quien colaboró para adaptarla al guión de su '2001: Una Odisea en el Espacio'? Te invito a que visites mi blog donde puedes encontrar otros artículos, relatos o lo que yo llamo 'poesía visual'. Sólo espero, que al menos, te mantenga entretenida, entretenido: http://ceresadriana.wordpress.com/


IMÁGENES: 1) Fotograma de la película ‘Star Wars- Episodio IV’ de George Lucas. 2) y 3) La galaxia M87, obtenida por el Observatorio Chandra de Rayos X de la NASAy la primera imagen de un agujero negro en la M87, lograda a partir del Telescopio de Horizonte de Eventos (EHT, por sus siglas en inglés), NASA/CXC/VILLANOVA UNIVERSITY/J. NEILSEN/EHT

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