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LOS JUEGOS DE AZAR Y SU RELACIÓN CON LA PSICOLOGÍA HUMANA
JUEGOS

El riesgo, el azar y todo aquello que resulta ser algo inesperado causa atracción en el ser humano, los juegos online de casino poseen mucho de esto, como su nombre lo indica, al ser al azar, los resultados no son del todo predecibles, aunque muchos matemáticos se han dedicado por años a estudiar las estadísticas y probabilidades en ellos.

Los juegos de azar y su práctica genera ciertas preguntas; ¿por qué algunas personas sienten mayor deseo por apostar y para otros no es cautivante?, ¿la ludopatía es hereditaria?, preguntas que trataremos de responder en este artículo.

Para algunas personas entrar en un casino resulta una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero, para otros es un simple entretenimiento, pero para un grupo en particular, representa la posibilidad de inversión e incluso un medio de ingreso.

¿Por qué juega la gente?

Todos tenemos claro esa típica frase “la casa siempre gana”, pero esto no impide que un gran porcentaje de la población se anime a jugar y apostar, motivaciones como “ganarle al sistema”, son visibles en muchas personas que poseen un alto nivel de competitividad.

Al ser humano por naturaleza le gusta el reto, el poder ganar una apuesta de casino, que para muchos resulta imposible, es atractivo y puede volverse adictivo, el casino usa a su favor el nivel de competitividad del jugador.

Los casinos en línea permiten al usuario acceder a sus juegos en una modalidad que no requiere depósitos, esta experiencia fomenta una confianza en el jugador a tal punto que lo motiva a gestionar una cuenta de usuario y con la entrega de bonos para apostar, inicia su aventura y no existe nada más gratificante que ganar algo de dinero.

La incertidumbre es otro de los factores que está presente, si no existiera una posibilidad real de conseguir ganancias, ya la industria de los juegos de azar hubieran desaparecido, existe una clara evidencia de ganadores dentro de la industria y esto motiva a los nuevos jugadores a arriesgarse en un casino.

Los casinos ofrecen un escape a la realidad, los desarrolladores de software tienen presente que para atraer a los jugadores, deben crear una atmósfera envolvente, lo cual se logra con la modernización de las temáticas en los lúdicos, los colores, las luces, la música, todo se combina para atraer a diferentes usuarios.

Juegos inspirados en personajes mitológicos, las historias futurísticas, hacen que el jugador se desconecte de su realidad y por espacio de minutos u horas los problemas desaparecen; y es aquí donde se puede presentar un dilema, la adicción al juego por querer escapar de la realidad.

Otra de las razones por la cual las personas juegan es por la capacidad de socializar que brindan los juegos de azar, en particular durante los eventos en vivo, para las personas introvertidas es más fácil interactuar a través de un chat que hacerlo en persona.

Finalmente, otras personas que llevan años estudiando el sistema de los juegos de azar solo están por las ganancias y porque a través de los juegos consiguen una suma de dinero que les beneficia.

Juegos de azar, cerebro y su adicción

El juego puede ser una adicción como el alcoholismo, el fumar, el consumo de sustancias estupefacientes, los estudios demuestran que algunos sujetos presentan predisposición genética y social a tales adicciones y es allí que debemos estar alerta y establecer límites a la hora de jugar.

Esta condición genética proviene del “sistema de recompensa”, el cual está más activo en algunas personas, esas emociones que se experimentan al conseguir una victoria, ese nivel de éxtasis puede causar en algunos individuos el deseo desesperado de apostar sin control, por el hecho de vivir esa emoción.

Este sistema de recompensa tiene un componente genético y social, empecemos por mencionar que en el cerebro se encuentra el centro de placer, la motivación y la desinhibición, todos ellos son estimulados por una serie de neurotransmisores como la dopamina, que se elevan mientras el individuo juega y se emociona.

Cuando se da el estímulo de conseguir una victoria, el cerebro toma como positivo la experiencia de apostar, esto genera placer y el ser humano siente atracción por este tipo de emociones, la sensación de bienestar que genera es lo que puede desencadenar una adicción.

Cuando dicho estímulo se vuelve repetitivo, se cambia significativamente la química cerebral, el sistema de recompensa se altera, ya no será placentero jugar una sola hora o conseguir una sola victoria, el individuo desea replicar esa emoción inicial y para ello siente la necesidad de apostar y apostar, perdiendo el control.

Esto sucede porque se genera una tolerancia y para que el sistema de recompensa emita la misma emoción, debe aumentar la dosis en el juego, así sucede con adicciones como el alcohol, cuando ya una botella no es capaz de desconectarnos de la realidad el individuo toma dos, tres, hasta perder la cuenta.

Estos casos solo se presentan cuando se tiene un claro antecedente familiar de adicciones, al igual que cuando es la primera vez que se presenta, el cuerpo emite señales, el comportamiento del individuo cambia y debemos estar atentos a las señales.

Ningún tipo de entretenimiento es malo, pero caer en el exceso es lo que resulta perjudicial, sea un jugador responsable, planifique sus horas de juego y el presupuesto para tal fin, sin que altere la economía del grupo familiar y personal.

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