Jem Perucchini (Tekeze, Etiopía, 1995) desarrolla desde muy joven su pasión por el arte, inspirándose en los grandes maestros del Renacimiento temprano, las tradiciones africanas y la iconografía cristiana.
A través de una atenta observación de la realidad, Perucchini logra crear escenas surrealistas con retratos enigmáticos de personajes de mirada fugaz caracterizados por un fuerte uso del color y la luz. Las refinadas pinturas de Perucchini, con su atención casi renacentista al detalle y la fusión de elementos clásicos y contemporáneos, ofrecen una nueva forma de mirar hacia el pasado y el futuro, utilizando para ello un lenguaje visual único que combina referencias africanas y occidentales.