Exposición de acuarelas del artista malagueño y alhaurino José Luis Ocaña Martínez.

La muestra se compone de 34 obras de formato mediano y pequeño que trasladan a escenarios de cuento, de nuestra niñez, llenos de creatividad, luz y optimismo.

Ocaña, de 45 años, es ilustrador, guionista, animador y operador CG (computación gráfica) y creativo, y tiene un extenso currículum artístico en numerosos campos de la creación: cortometrajes de animación -exhibidos en los más prestigiosos festivales  internacionales-, ilustraciones publicadas en distintos medios de comunicación españoles, así como trabajos gráficos para infinidad de editoriales de todo el mundo. 

Actualmente trabaja para una galería canadiense (La Gallery Montréal), que expone en París y la propia ciudad del estado de Québec. Es autodidacta, si bien amplió su formación académica en Madrid en Animación Digital y trabaja desde 1997 en varias productoras publicitarias tanto de la capital de España como en su Málaga natal.

Además de trabajar para editoriales de España, Líbano, Malta, Kuwait, Emiratos Árabes, Chile o México, ha participado en múltiples exposiciones individuales y colectivas entre las que podemos destacar su serie “Guerreros” (La Gallery-Montréal), su exposición colectiva en La Gallery-Paris, tributo a Sky-Doll, varias  exposiciones colectivas en Susanita’s Little Gallery (Madrid) o sus exposiciones en Errant (Granada, 2015) y Galería Tarraco (Tarragona, 2014). Ha obtenido varios reconocimientos a su labor.

También es destacable su trabajo filmográfico con la dirección, animación, ilustración, guion o realización de obras como 'Mágico-M', 'OUTzIDE', 'Sin Título', 'Pulpa', 'Nadie', 'Estambre', 'Protón-algo azul que cuida bebés', 'D Aquí Allí', 'Oscuro', 'Dente', etc. con especial mención a 'My Own Place', considerado su trabajo más experimental (acuarelas escaneadas y montadas en combustión).
'Colores que cuentan' nos devuelve la mirada con la que contemplábamos el mundo de niños. Sus bellas acuarelas, donde exhibe una gran maestría, nos sumergen en los escenarios de aquellos cuentos que nunca debimos dejar de leer, nos convierten en un personaje más de la historia. Su muestra es un tierno soplo de aire fresco y rejuvenecedor, lleno de arquitecturas imposibles, gran dinamismo y bofetadas de color.